Year of the Bible

Mark 2

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Commentary for the Gospel According to Mark, Chapter 2:

Chapter 2 is set in the Jewish community of Capernaum, a town in the region of Galilee, on the northwest side of the Sea of Galilee (vs. 1). Jesus reveals his divine authority in multiple ways, first through the forgiveness of sins--spiritual healing--followed by a physical healing (vs. 2-12) and a declaration that he indeed is the “physician” for sinners (vs. 17). Next, Jesus reveals his divine authority by interpreting the ritual laws of the Jewish Scriptures as only the true Lord could (vs. 18-28).

 

The Gospel According to Mark, Chapter 2:

Jesus Heals a Paralytic

And when he returned to Caperna­um after some days, it was reported that he was at home. 2 And many were gathered together, so that there was no longer room for them, not even about the door; and he was preaching the word to them. 3 And they came, bring­ing to him a paralytic carried by four men. 4 And when they could not get near him because of the crowd, they removed the roof above him; and when they had made an opening, they let down the pallet on which the paralytic lay. 5 And when Jesus saw their faith, he said to the paralytic, “Child, your sins are forgiven.” 6 Now some of the scribes were sitting there, questioning in their hearts, 7 “Why does this man speak like this? It is blasphemy! Who can forgive sins but God alone?” 8 And immediately Je­sus, perceiving in his spirit that they questioned like this within themselves, said to them, “Why do you question like this in your hearts? 9 Which is easier, to say to the paralytic, ‘Your sins are forgiven,’ or to say, ‘Rise, take up your pallet and walk’? 10 But that you may know that the Son of man has authority on earth to forgive sins”—he said to the par­alytic—11 “I say to you, rise, take up your pallet and go home.” 12 And he rose, and immediately took up the pallet and went out before them all; so that they were all amazed and glorified God, saying, “We never saw anything like this!”

Jesus Calls Levi

13 He went out again beside the sea; and all the crowd gath­ered about him, and he taught them. 14 And as he passed on, he saw Levi the son of Alphaeus sitting at the tax office, and he said to him, “Follow me.” And he rose and followed him.
15 And as he sat at table in his house, many tax collectors and sinners were sitting with Jesus and his disciples; for there were many who followed him. 16 And the scribes of the Pharisees, when they saw that he was eat­ing with sinners and tax collec­tors, said to his disciples, “Why does he eat with tax collectors and sinners?” 17 And when Jesus heard it, he said to them, “Those who are well have no need of a physician, but those who are sick; I came not to call the righ­teous, but sinners.”

The Question about Fasting

18 Now John’s disciples and the Pharisees were fasting; and people came and said to him, “Why do John’s disciples and the disciples of the Pharisees fast, but your disciples do not fast?”
19 And Jesus said to them, “Can the wedding guests fast while the bridegroom is with them? As long as they have the bridegroom with them, they cannot fast. 20 The days will come, when the bridegroom is taken away from them, and then they will fast in that day. 21 No one sews a piece of unshrunk cloth on an old gar­ment; if he does, the patch tears away from it, the new from the old, and a worse tear is made. 22 And no one puts new wine into old wineskins; if he does, the wine will burst the skins, and the wine is lost, and so are the skins; but new wine is for fresh skins.”

A Teaching about the Sabbath

23 One sabbath he was going through the grainfields; and as they made their way his disciples began to pluck heads of grain. 24 And the Pharisees said to him, “Look, why are they doing what is not lawful on the sabbath?” 25 And he said to them, “Have you never read what David did, when he was in need and was hungry, he and those who were with him: 26 how he entered the house of God, when Abiathar was high priest, and ate the showbread, which it is not lawful for any but the priests to eat, and also gave it to those who were with him?” 27 And he said to them, “The sab­bath was made for man, not man for the sabbath; 28 so the Son of man is lord even of the sabbath.”

 

*Daily Lectio Divina Question:

Which of the 4 various scenarios caught your attention in this chapter?: the healing of the paralytic, the call of Levi, the question on fasting, and the question of the Sabbath. Go back to it and enter into the scene with your imagination and experience what God is speaking to your heart through one of the characters or some aspect of that scene.

 

Biblical Commentary provided by the Catholic Biblical School of Michigan, an adult faith formation apostolate. cbsmich.org/join

Revised Standard Version; Second Catholic Edition. (San Francisco: Ignatius Press, 2006).
Permission to use the RSV-2CE given for Bishop's Year of the Bible by Ignatius Press. Many thanks to Ignatius for this.

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Marcos 2

Marcos 2

1 Y, al cabo de unos días, entró de nuevo

en Cafarnaún. Se supo que estaba en

casa 2 y se juntaron tantos, que ni siquiera

ante la puerta había ya sitio. Y les predicaba

la palabra.

3 Entonces vinieron trayéndole un

paralítico, llevado entre cuatro. 4 Y como

no podían acercarlo hasta él a causa del

gentío, levantaron la techumbre por el

sitio en donde se encontraba y, después

de abrir un hueco, descolgaron la camilla

en la que yacía el paralítico. 5 Al ver

Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico:

–Hijo, tus pecados te son perdonados.

6 Estaban allí sentados algunos de

los escribas, y pensaban en sus corazones:

7 «¿Por qué habla éste así? Blasfema.

¿Quién puede perdonar los pecados

sino sólo Dios?» 8 Y enseguida, conociendo

Jesús en su espíritu que pensaban

para sus adentros de este modo, les dijo:

–¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros

corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decirle

al paralítico: «Tus pecados te son perdonados

», o decirle: «Levántate, toma tu

camilla y anda»? 10 Pues para que sepáis

que el Hijo del Hombre tiene potestad

en la tierra para perdonar los pecados –

se dirigió al paralítico–, 11 a ti te digo: levántate,

toma tu camilla y vete a tu casa.

12 Y se levantó, y al instante tomó la

camilla y salió en presencia de todos, de

manera que todos quedaron admirados

y glorificaron a Dios diciendo:

–Nunca hemos visto nada parecido.

13 Y se fue otra vez a la orilla del mar.

Y toda la muchedumbre iba hacia él, y

les enseñaba. 14 Al pasar, vio a Leví, el de

Alfeo, sentado al telonio, y le dijo:

–Sígueme.

Él se levantó y le siguió.

15 Ya en su casa, estando a la mesa, se

sentaron con Jesús y sus discípulos muchos

publicanos y pecadores, porque

eran muchos los que le seguían. 16 Los

escribas de los fariseos, al ver que comía

con pecadores y publicanos, empezaron

a decir a sus discípulos:

–¿Por qué come con publicanos y

pecadores?

17 Lo oyó Jesús y les dijo:

–No tienen necesidad de médico los

sanos, sino los enfermos; no he venido a

llamar a los justos, sino a los pecadores.

18 Los discípulos de Juan y los fariseos

estaban de ayuno; y vinieron a decirle:

–¿Por qué los discípulos de Juan y

los de los fariseos ayunan y, en cambio,

tus discípulos no ayunan?

19 Jesús les respondió:

–¿Acaso pueden ayunar los amigos

del esposo, mientras el esposo está con

ellos? Durante el tiempo en que tienen

al esposo con ellos no pueden ayunar.

20 Ya vendrán días en que les será arrebatado

el esposo; entonces, en aquel día,

ya ayunarán.

21 »Nadie cose un remiendo de paño

nuevo a un vestido viejo; porque entonces

lo añadido tira de él, lo nuevo de lo viejo,

y se produce un desgarrón peor. 22 Tampoco

echa nadie vino nuevo en odres viejos;

porque entonces el vino hace reventar

los odres, y se pierden el vino y los

odres. Para vino nuevo, odres nuevos.

23 Un sábado pasaba él por entre

unos sembrados, y sus discípulos mientras

caminaban comenzaron a arrancar

espigas. 24 Los fariseos le decían:

–Mira, ¿por qué hacen en sábado lo

que no es lícito?

25 Y les dijo:

–¿Nunca habéis leído lo que hizo

David cuando se vio necesitado, y tuvieron

hambre él y los que le acompañaban?

26 ¿Cómo entró en la Casa de Dios

en tiempos de Abiatar, sumo sacerdote,

y comió los panes de la proposición –

que sólo a los sacerdotes les es lícito comer–

y los dio también a los que estaban

con él?

27 Y les decía:

–El sábado fue hecho para el hombre,

y no el hombre para el sábado. 28 Por

tanto, el Hijo del Hombre es señor hasta

del sábado.

 

Pregunta de Lectio Divina del día de hoy

 

¿Cuál de los 4 escenarios diferentes te llamó la atención en este capítulo?: la curación del paralítico, el llamado de Leví, la pregunta sobre el ayuno o la pregunta sobre el Sabbath. Vuelve a leerlo, entra en la escena con tu imaginación y experimenta lo que Dios le habla a tu corazón a través de uno de los personajes o en algún aspecto de esa escena.

 

La Biblia de Navarra

Permiso para usar esta versión de la primera edición de la Biblia de Navarra

para el Año de la Biblia del Obispo 

dado por Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA).

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